Lo aseguró la Bolsa de Cereales bonaerense, tras la caída de más de 400 milímetros de lluvia en poco tiempo sobre algunas localidades del norte provincial.
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires indicó que el impacto de las lluvias ocurridas en los últimos días, y que golpeó fuertemente a varios sectores de la Provincia, afectó a la producción de los cultivos.
A través de un comunicado, la entidad dirigida por Ricardo Marra sostuvo que el sector norte de la PBA, en específico Chivilcoy, Chacabuco, San Antonio de Areco y alrededores, fueron los más afectados.
Con acumulados de más de 400 milímetros, aún resta por cosechar una «proporción significativa» de la superficie sembrada con soja y maíz tardío. La Bolsa confirmó que resta por recolectarse aproximadamente 530.000 hectáreas de soja, que podrían presentar algún «grado de afectación».
El oeste bonaerense
Parte del oeste bonaerense, como la ciudad de 9 de Julio, también se vio afectado por las lluvias, que además se le sumaron a las precipitaciones ocurridas durante marzo. Esta zona de la provincia recibió lluvias del orden de los 80 a los 100 milímetros.
«Aquí, aún restan por recolectarse 730.000 hectáreas de soja, aunque el evento solo recayó en parte de la región, por lo que solo parte de esa superficie estaría afectada», comunicó la Bolsa.
Sumado a las de marzo, el oeste bonaerense sufrió una demora interanual de 14,7 puntos porcentuales (p.p.) en el avance de cosecha, por lo que los nuevos acumulados «podrían generar pérdidas importantes», según informaron.
En cuanto al maíz, el organismo indicó que el avance de cosecha en el norte de la PBA se aproxima al 90 %, con «remanentes» correspondientes principalmente a «planteos tardíos y de segunda ocupación». De esta manera, cabe cosechar una superficie estimada en 120.000 hectáreas.
«Hacia el oeste bonaerense, si bien todavía resta por cosecharse una mayor superficie. No se esperan mermas productivas significativas a nivel regional para este cultivo», explicaron desde la entidad.
La Bolsa de Cereales aseguró que se esperan temperaturas bajas y algunos acumulados de lluvias adicionales, lo que «dificultará» el secado de los cultivos: «Será necesario aguardar a que mejoren las condiciones del suelo y del grano para permitir el reingreso de las cosechadoras y poder dimensionar con mayor precisión el impacto final de este evento sobre la producción», concluyó el informe.