“Bahía Blanca tiene ventajas, ya tiene el puerto y hay infraestructura. Río Negro tiene el tema impuestos. Esperamos las respuestas concretas a lo que les pedí”, dijo Horacio Marín sobre el conflicto.
En las próximas semanas, una vez completados varios estudios en marcha y con mayores precisiones sobre varios puntos requeridos a las provincias de Buenos Aires y Río Negro, finalmente se sabrá si el megaproyecto exportador de GNL impulsado por YPF-Petronas se realizará en el puerto de Bahía Blanca o en Punta Colorada, en Río Negro.
Así lo señaló Horacio Marín, presidente de la petrolera nacional, quien dijo que el tema se definirá pronto y negó tener preferencias por alguna de las dos provincias.
Cuando se le recordó que siempre fue un ferviente defensor del Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), a tal punto que afirmó que sin el régimen iba a ser imposible el desarrollo de Vaca Muerta.
“Siempre dije que sin RIGI no iba a ver GNL, y es así. El régimen que aprobó el Congreso va a ayudar mucho para que lleguen las inversiones. Son proyectos de gran magnitud que requieren inversiones gigantes. Para llegar a un total de 120 millones de metros cúbicos o más de exportación de gas por año, con la infraestructura y las plantas, se necesitan 30.000 millones de dólares”.
Luego dijo que se trata de un proyecto que se hará en etapas, aunque igualmente necesita un número muy alto que no es financiable ni por YPF ni por ninguna empresa argentina ni por petroleras extranjeras.
“Hay que demostrar que a bajos precios el proyecto es rentable, sustentable y que puede pagar la deuda. Cobrando un precio de 8 dólares FOB (abreviatura de Free On Board, por el precio que se paga en el puerto) por millón de BTU (la unidad con la que se mide el gas) de valor de reposición para el gas de Vaca Muerta, en promedio, el proyecto sería rentable. Salió el RIGI, pero no es automático. Por ahora estamos haciendo la ingeniería con Petronas para los primeros 40 millones de metros cúbicos y esperamos que la decisión final de inversión se pueda tomar a fines del año que viene”, agregó.
“Si todo sale bien, estarán funcionando entre 2029 y 2030. Y la planta en el puerto, estimamos, en 2031. Con Petronas ya diseñamos esa parte inicial del proyecto, con los escenarios, economics y estrategias comerciales”, puntualizó.
«Bahía tiene la ventaja de ya tener un puerto»
Consultado sobre los dichos del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien aseguró que Marín tenía preferencia por Río Negro, este aseguró: «Conmigo llegó a YPF, como vicepresidente de infraestructura, Gustavo Gallino, la persona que hizo en 12 meses el GPNK. Sabe, y mucho, al igual que los ejecutivos de Petronas. Hasta hace un tiempo, en Río Negro no se podían instalar puertos de energía, pero eso cambió. Por eso se analiza esa opción también. Se va estudiar todo, de hecho el oleoducto nuevo va a terminar en esa provincia».
Y agregó: «Estamos viendo dónde se optimizarán mejor las inversiones. Bahía tiene la ventaja de ya tener un puerto. En ese contexto, le envié una carta a los dos gobernadores preguntando por siete puntos, cuatro económicos y tres que tienen que ver con otros incentivos y permisos».
Por último, señaló que habló personalmente esta cuestión con el mandatario bonaerense. «Yo no le marco la cancha a nadie y menos a una persona de la importancia política de Kicillof. Lo hablaré antes de tomar la decisión con él y con Weretilneck (Alberto, gobernador de Río Negro). Entiendo las disputas porque estamos hablando de una de las obras de infraestructura más grande de los últimos tiempos, algo que puede cambiar la ecuación de una provincia. Es relevante y lógico que haya algunas tensiones», concluyó.