Son cada vez más los argentinos que disfrutan el café. Sin embargo, su precio hace que los hábitos de consumo se modifiquen. Ahorrar en dinero y optar por la variedad torrada puede terminar siendo perjudicial para la salud.
Año a año el consumo de café tiene un crecimiento exponencial en el país, con promedio anual de 210 tazas por habitante, con el café instántaneo como la variedad más elegida ya que es más económica que el grano molido y su sabor dulce está más arraigado al gusto popular.
Su mayor dulzura proviene de que el grano de café se mezcla con azúcar durante el tostado, lo cual está prohibido en la gran mayoría de los países por sus potenciales efectos negativos en la salud. Sólo en cinco de los países, de los 200 que tiene el mundo, el café torrado no está prohibido: España, Portugal, Uruguay, Paraguay y Argentina.
¿Por qué tantas personas eligen café torrado?
Se cree que los grandes mercaderes inmigrantes de España trajeron la tradición a estas tierras. Sin embargo, se impuso mayormente por una conveniencia económica: al tostar café se resigna entre un 12 % y un 18 % del peso debido a la humedad perdida, esto quiere decir que si tostamos 100 gramos de café verde, el producto final pesará unos 85 gramos. Esta es la razón por la cual el torrado con azúcar, aparte de tapar la mala calidad, sirve para compensar el peso perdido.
El café torrado se caracteriza por un tono que puede ir desde un marrón profundo hasta un negro brillante. Es así porque durante el tostado el azúcar quemada forma una capa caramelizada en los granos. La diferencia no es sólo el aspecto, sino que el café torrado con azúcares añadidos puede traer diferentes problemas serios de salud, como la diabetes tipo 2 y la obesidad, especialmente si se consume en grandes cantidades.
Paradójicamente, el café en general (y el buen café en particular) tiene efectos beneficiosos para la salud cardiovascular, incluso para la prevención ante los ACV arteriales, mientras el azúcar excesivo en el café torrado podría tener efectos negativos para el corazón, sobre todo porque se ingiere habitual y metódicamente.
El café más saludable es el arábico de tueste ligero y en grano, preparado en cafetera de filtro. Lo mismo el espresso, que es rico en antioxidantes y cafeína. Si bien la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró al café de la lista de productos cancerígenos, alertó de que ingerir bebidas muy calientes puede provocar cáncer de esófago.
El precio del café
Un café expreso se paga en un bar céntrico de Buenos Aires alrededor de 3,5 dólares, el doble que en Bogotá o San Pablo y un 50 % más que en México. De hecho, cuesta lo mismo que un paquete de 190 gramos del Nescafé Torrado y Molido Dolca en un supermercado.
De todos modos, el aumento del grano no fue sólo por la inflación en Argentina. Venía de una fuerte racha alcistan en la bolsa de Nueva York rompiendo récords cada día. El aromático sobrepasó los 431 pesos el saco, el valor máximo alcanzado desde 1980 según los registros. En marzo de 2011, había rozado los 300 pesos. En noviembre del año pasado, superó los 300 pesos y este año arrancó en los 326,55 pesos, pero desde febrero no deja de trepar.
En un año, el precio del café molido se triplicó, aunque el incremento anual acumulado fue menor al del promedio general (40 % contra el 112 % del IPC). Refleja los futuros del café arábica y cacao en Nueva York que, si bien descendieron en las últimas semanas, aun así siguen altos si se tiene en cuenta toda la serie histórica.
El informe de la Organización Internacional del Café (OIC) de enero señalaba que el precio indicativo compuesto ese mes fue, en promedio, 310,12 pesos, un 3,5 % más que en diciembre de 2024. En un año el alza fue del 125 %.
Según un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés), este aumento de los precios se debe al impacto de las condiciones climáticas, como sequías y heladas severas, que han afectado a los mayores productores de café, Brasil y Vietnam, que concentran juntos casi el 50 % de la producción mundial en 2024.
La tendencia seguirá, tanto como la ceremonia del cafecito en casi todo el planeta. Una ceremonia que, según un artículo sobre el tema publicado en el sitio web de la Asociación Brasileña de la Industria del Café (ABIC), fue llevada a cabo por primera vez en África, más precisamente en la región donde hoy se encuentra Etiopía, uno de los grandes exponentes de la cultura cafetera en todo el mundo.