Según el organismo internacional, Argentina se encuentra bastante relegada en el listado, sólo por delante de tres países de la región y a una distancia considerable del mejor posicionado, Uruguay.
Según un informe publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI), Argentina se encuentra lejos de ser uno de los países mejor preparados para integrar el desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) y potenciar su economía. El trabajo señala los beneficios que tiene la IA, como así también los riesgos de su desarrollo.
Kistalina Georgieva, directora gerente del organismo, se refirió al informe y sostuvo: «La IA está preparada para remodelar la economía global. Puede aumentar la productividad, impulsar el crecimiento económico y elevar los ingresos. Pero también tiene el potencial de eliminar empleos y ampliar la desigualdad».
Las mejores condiciones se encuentran en los países nórdicos y en Estados Unidos y Canadá con valores entre 0,75 y 0,77 en un ranking entre 0 y 0,8.
Argentina ocupa el sexto lugar en la región según el FMI
En la región, Argentina ocupa el sexto lugar sólo delante de tres países. La medición ubica al tope a Uruguay con 0,55; seguido de Brasil 0,5; Chile 0,59; Perú, 0,49; Colombia, 0,49; Argentina, 0,47; Ecuador, 0,44; Paraguay, 0,41; y Bolivia, 0,38.
El organismo financiero advirtió que “en la mayoría de los escenarios, la IA probablemente empeorará la desigualdad general, una tendencia preocupante que los formuladores de políticas pueden trabajar para prevenir”.
“El ranking diagramado es un recurso para que los formuladores de políticas, los investigadores y el público puedan evaluar mejor la preparación para la IA y, lo que es más importante, identificar las acciones y diseñar las políticas necesarias para ayudar a garantizar que los rápidos avances de la IA puedan beneficiar a todos”, consideró la entidad multilateral de crédito.
Según el FMI: “En las economías avanzadas, por ejemplo, alrededor del treinta por ciento de los empleos podrían beneficiarse de la integración de la IA”. Y luego, añadió en su informe: “Los trabajadores que pueden aprovechar la tecnología pueden ver aumentos salariales o una mayor productividad, mientras que aquellos que no pueden, pueden quedarse atrás”.
A su vez sostuvo que “a los trabajadores más jóvenes puede resultarles más fácil aprovechar las oportunidades, mientras que a los trabajadores de mayor edad les podría resultar difícil adaptarse”.
Respecto de los mercados emergentes indicó que “la prioridad política debería ser sentar una base sólida invirtiendo en infraestructura digital y capacitación digital para los trabajadores”.