La única productora de urea para fertilizantes de la Argentina, con instalaciones en Bahía Blanca, es propiedad de YPF y de la canadiense Nutrien, que el año pasado había desistido de su idea inicial de salir del país, pero finalmente optó por hacerlo y busca desprenderse del porcentaje de Profertil que le pertenece.
En Bahía Blanca se encuentra la única productora de urea granulada del país, Profertil. La urea es fundamental en la producción de fertilizantes, y la salida de Nutrien cambia totalmente el escenario al interior de este negocio. La firma canadiense comparte el 50 % de Profertil con YPF, y tras anunciar su retiro de Argentina, importantes jugadores locales mostraron interés en quedarse con ese porcentaje. El precio de venta sería cercano a los 600 millones de dólares.
El año pasado Nutrien ya había anunciado que vendería sus operaciones en Argentina para concentrarse en el mercado brasileño. Sin embargo, luego desistió y parecía que volvería a apostar por Argentina. Ahora, tras unos meses, vuelve a comunicar que su parte de Profertil se encuentra a la espera de un comprador, tarea que está en manos de Bank Of America como entidad encargada de llevar adelante las negociaciones.
Aún sin ofertas formales, se especula que Pampa Energía, del empresario Marcelo Mindlin, pueda ser quien se quede con la participación de Nutrien. Otras firmas importantes del sector agroindustrial también sonaron como posibles compradores, como es el caso de Bunge.
El Polo Petroquímico de Bahía Blanca, un lugar clave
Profertil es una sociedad anónima de capital mixto creada en 1996 y operativa desde 2001, cuya planta principal está ubicada en el Polo Petroquímico de Bahía Blanca, en la zona de Ingeniero White. Se trata de una instalación estratégica por su cercanía a los gasoductos troncales, al puerto de aguas profundas y a las principales zonas productivas del país. Desde allí, la empresa produce 1,44 millones de toneladas anuales de urea y 790.000 toneladas de amoníaco, abasteciendo más de la mitad del consumo nacional de fertilizantes nitrogenados, estimado en unas 2,3 millones de toneladas.
La planta, construida con una inversión inicial de 728 millones de dólares, cuenta con tecnología de última generación, terminal propia, conexiones ferroviarias, silos con capacidad para almacenar 150.000 toneladas de urea y 20.000 toneladas de amoníaco, y una planta de cogeneración eléctrica. Además, Profertil opera terminales logísticas en San Nicolás, Necochea y Puerto General San Martín, con capacidad total de almacenamiento superior a las 300.000 toneladas de fertilizantes sólidos y líquidos.
La operación de Profertil depende en gran parte del abastecimiento continuo de gas natural, principal insumo del proceso de producción. Actualmente, consume en promedio 2,5 millones de metros cúbicos diarios, provistos por YPF, Pan American Energy, Total Austral, ENAP y Compañía General de Combustibles, mediante contratos de mediano y largo plazo. El transporte está garantizado por acuerdos firmes con Transportadora de Gas del Sur, con vigencia hasta 2050.
La empresa también se abastece de energía eléctrica a través del Mercado Mayorista y el Mercado a Término de Energías Renovables (Mater), con aportes clave de YPF Energía Eléctrica. En este punto, la compañía destaca por cumplir con las metas de consumo de energías renovables y por haber desarrollado un proyecto de eficiencia energética que le permitió reducir un 10 % su consumo de gas por tonelada producida.
Autoabastecimiento de fertilizantes
Según estimaciones de mercado, el valor total de Profertil rondaría los 1.400 millones de dólares, aunque la participación de Nutrien podría venderse por un monto inferior a la mitad del total, dado que se trata de una salida sin continuidad operativa. El punto sensible para cualquier inversor es que la venta no implicará solo el traspaso accionario, sino que también involucra el proyecto de ampliación de la planta de urea en Bahía Blanca, un desarrollo que permitiría duplicar la producción nacional y alcanzar el autoabastecimiento en este insumo estratégico para el agro.
Ese proyecto, largamente demorado, requeriría una inversión superior a los 2.000 millones de dólares y un plazo estimado de tres años de obra. Su concreción permitiría agregar valor al gas natural de Vaca Muerta y reducir la dependencia de importaciones, pero lo cierto es que también enfrenta desafíos en el actual contexto macroeconómico.
La decisión de Nutrien se enmarca en una relocalización de activos fuera de América del Sur, en línea con su estrategia de concentrarse en mercados donde tiene operación integrada, como Brasil. De hecho, la empresa ya había intentado desinvertir en su unidad minorista regional, pero postergó esa salida ante la falta de ofertas satisfactorias.
El dato no es menor: Nutrien es el mayor productor mundial de fertilizantes combinados de nitrógeno, fósforo y potasio, con ventas por más de 27 millones de toneladas al año. Su permanencia en Argentina como socio de YPF fue clave para el abastecimiento local de urea en los últimos veinte años y su salida podría alterar el delicado equilibrio del sector. La operación, entonces, no solo redefine la estructura societaria de Profertil. También anticipa un reposicionamiento del negocio de los fertilizantes en Argentina.