Energía, mineras, alimentos y finanzas, los rubros que más se destacan de lo que lleva el actual período presidencial.
Si nos guiamos por la cotización en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, las 31 principales empresas que figuran en ella aumentaron en un 141 % su rentabilidad operativa y más del 300 % sus ganancias netas durante el primer año de gestión de Javier Milei. El complejo agroexportador, las empresas de servicios como energía, agua y gas, y la industria farmacéutica, a la cabeza del ranking entre las que más utilidades reportaron en sus balances.
Los datos surgen de un informe realizado por Claudio Lozano, Javier Rameri y Ana Rameri, del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP). Entre los quince principales accionistas del panel bursátil, la riqueza acumulada alcanzó los 32.200 millones de dólares, con un incremento del 48 % respecto de 2020.
El grupo que más dinero ganó en ese lapso representa el 11,6 % del producto interno, casi la mitad del valor bruto generado por las 500 mayores firmas del país y más del 58 % del Valor Bruto de Producción (VPB) de la cúpula empresaria.
Los que más ganaron en el mandato de Milei
La mejora de la cosecha luego de la sequía, la devaluación de diciembre de 2023 y el desarme posterior parcial de retenciones se reflejó en el 925 % que creció el resultado operativo del denominado núcleo duro del modelo agroexportador pampeano.
Los fuertes ajustes tarifarios y la recuperación de precios relativos determinaron una expansión del 375 % en las ganancias de los servicios de energía, gas y agua.
En tanto, el sector de ensamble industrial, principalmente el vinculado a manufacturas livianas y terminales, incrementó sus utilidades en el 312 %.
En cuarto lugar, la industria farmacéutica obtuvo una mejora del 183 % en su rentabilidad operativa, resultado directo de la liberalización de precios de medicamentos y el retiro del Estado como regulador del acceso a bienes esenciales.
La valorización financiera: se beneficiaron rubros que mostraron caídas
El informe del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas (IPyPP) destaca que, inclusive, sectores que vieron afectado su volumen de ventas por la caída del consumo popular, como alimentos y bebidas o minerales no metálicos (insumos de la construcción), obtuvieron rentas extraordinarias a través de la vía financiera: un 797 % en el caso del sector alimenticio y 1.487 % en minerales no metálicos.
En el caso del sector hidrocarburífero, la liberalización de los precios internos, que igualaron el valor del barril de crudo a los precios internacionales en el plano local, sumado a la megadevaluación de diciembre de 2023, produjeron una rentabilibidad amplificada según señala el informe.
Además, indica que las principales operadoras del upstream (YPF, PAE, Tecpetrol, CGC y Vista) lograron capitalizar el nuevo régimen de precios y expandir su producción, particularmente en Vaca Muerta, donde el petróleo no convencional ya representa el 57 % del total extraído, con un crecimiento del 25 % interanual. Y que en el caso del gas, el 63 % proviene de yacimientos shale y tight, con un alza del 10,9 %.
Esta expansión, motorizada por la renta petrolera y su orientación exportadora, consolidó al sector como “enclave extractivo, dolarizado y políticamente blindado, que opera desconectado de las necesidades del mercado interno y con crecientes márgenes de apropiación”, puntualiza.
Asimismo, pone de relieve que los bancos se posicionaron entre los grandes ganadores, gracias al reemplazo de las Leliq por las Letras Fiscales de Liquidez (LEFI) que les permitió obtener, durante la primera parte de 2024, rentas garantizadas a tasas del 90 % anual, para luego sostenerlas en el marco del cambio de política económica durante el segundo semestre, cuando se reactiva el crédito al sector privado y reaparece la intermediación tradicional como fuente de rentabilidad.
Dentro del relevamiento, se menciona a los beneficiarios de este esquema, integrados en conglomerados como Techint, Corporación América, Pampa Energía, Pérez Companc, Mindlin o Pagani, que consolidaron su hegemonía económica.
“Esto da cuenta de un fenómeno estructural donde la valorización del capital ya no depende solo de la actividad productiva ni del mercado interno, sino de también de partidas financieras y cotización de activos”, apunta.
En este marco, agrega, el nuevo régimen económico propició una transferencia acelerada de ingresos desde el trabajo hacia el capital concentrado, que contrasta con el cierre de 10.902 empresas (casi todas pymes) en el primer año de gestión.



