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Inicio Sustentabilidad

Cómo se posiciona el sector del acero en la lucha contra el cambio climático

Santiago Cruzzetti De Santiago Cruzzetti
17/01/2024
En Sustentabilidad
Tiempo de lectura: 6 Minutos

La Asociación Latinoamericana del Acero hizo un informe detallado sobre por qué el sector puede ser «protagonista de la transición energética”.

El acero es un componente esencial para la descarbonización a nivel global debido a su papel fundamental en el desarrollo de infraestructuras sostenibles, tecnologías de energía renovable, entre otros. Su evolución hacia una producción más sostenible y su capacidad para impulsar la innovación son aspectos clave en la transición energética. Actualmente existen más de 15 proyectos de energías renovables generados directamente por la industria del acero, en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y República Dominicana, generando energía limpia para la reducción de emisiones del sector, con una inversión superior a los 16.000 millones de dólares.

Sin embargo, la producción de acero en Latinoamérica equivale al 3,3% de la producción mundial. China e India explican el 60 % de lo que se produce globalmente, y tienen metas de descarbonización para 2060 o 2070.

La Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) aseguró que la región posee ventajas comparativas para liderar esta transición, y que el sector en general se encuentra ante una buena posibilidad ya que sus emisiones no lo comprometen como otros rubros.

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Alacero es una organización que representa a las empresas latinoamericanas productoras de este insumo, fundada en 1959 como el Instituto Latinoamericano del Fierro y el Acero (Ilafa), nació con la misión de promover los valores de una integración regional del sector para fortalecer a la industria del acero.

Según el trabajo, “el acero es protagonista de la transición energética”, por varios motivos:

  • 1) Infraestructura sostenible para la construcción de edificios con eficiencia energética, puentes y sistemas de transporte público.
  • 2) Movilidad eléctrica ya que un acero de alta calidad y liviano es crucial para mejorar la eficiencia y autonomía de los vehículos eléctricos.
  • 3) Energía renovable ya que participa en la fabricación de turbinas eólicas, paneles solares y estructuras de soporte.
  • 4) Almacenamiento y distribución de energía para sistemas de almacenamiento, como baterías y sistemas de distribución de energía.
  • 5) Modernización de la industria en equipos y maquinaria de alta calidad para múltiples industrias.

El trabajo de la entidad empresaria destaca que la evolución del acero hacia una producción más sostenible y su capacidad para impulsar la innovación son aspectos clave en la transición energética.

Tiene también un rol fundamental como parte de la solución a la descarbonización de la economía y a la reducción de los efectos negativos de la contaminación ambiental.

En este sentido se destaca que “la viabilidad y la velocidad de la descarbonización en las instalaciones productivas existentes no es la misma, debiéndose respetar los distintos puntos de partida, características de la ruta, antigüedad de la planta, condiciones geopolíticas, acceso a la financiación, entre otros.

Por ese motivo, Alacero recomienda que el proceso de adaptación/transición debe respetar la decisión independiente y autónoma de cada país para alcanzar las Contribuciones Nacionalmente Determinadas (NDCs, por sus siglas en inglés).

Según el informe, “se debe abordar bajo el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, contemplando las diferentes realidades económicas y sociales entre regiones desarrolladas y en vías de desarrollo”.

Reclama además que todo el proceso sea adoptado conforme a lo establecido en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (de su sigla en inglés, UNFCC) y en conformidad con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), “de un comercio abierto y justo, no discriminatorio, sin
distorsiones, basadas en reglas de mercado que favorezcan la competitividad e inversión”.

Políticas para el largo plazo

El trabajo de Alacero se detiene también en analizar y proponer estrategias para llegar al 2050 casi sin emisiones de carbono, para lo cual pide, entre otros objetivos realizar la transición gradual hacia las tecnologías disruptivas, en línea con la vida útil de las tecnologías actuales y la disponibilidad de recursos competitivos.

De igual modo reclama incrementar la captura, uso y almacenamiento geológico de carbono (Carbon Capture Use and Storage – CCUS), optimizando la ruta BF-BOF; potencializar el uso de DRI en combinación con EAF, permitiendo la producción de acero de alta calidad; aplicar hidrógeno bajo carbono en la producción de acero, respetando la ruta y el límite técnico.

Para la organización “la descarbonización se trata de un proceso global y colaborativo y para poder avanzar, necesitamos políticas, incentivos y reglas previsibles que fomenten el desarrollo, la disponibilidad y el comercio de recursos como biomasa, chatarra de calidad, gas natural y energía renovable en gran escala”.

Otras medidas tienen que ver con el establecimiento de marcos normativos robustos para lograr la transición a tecnologías libres de carbono; establecer instrumentos de precios al carbono que no vulneren la competitividad frente a mercados internacionales, mitigando el riesgo de fuga de carbono (carbon leakage); generar alianzas estratégicas en la cadena de valor, promoviendo acuerdos comerciales para acero bajo en carbono.

Hay que también favorecer los llamados “first movers” en tecnologías disruptivas de bajo carbono; fomentar acuerdos para el apoyo técnico y económico por parte de los países desarrollados; facilitar las inversiones y tarifas competitivas en energía eléctrica, gas natural, hidrógeno limpio y biomasa y la financiación pública y privada para impulsar el salto tecnológico y la eficiencia energética.

Impacto en la producción

Una de las consecuencias negativas que dicho escenario puede tener en la Argentina y el resto de la región es el de posibles desvíos de comercio, principalmente del acero chino a precios fuera de mercado, debido a que por su alta huella de carbono va a encontrar barreras para ingresar en Europa.

Otro impacto en la competitividad del regional se vincula con el aumento tanto de los costos directos (compra de certificados CBAM), como de los costos indirectos (administrativos relacionados al proceso de reporte y certificación de la medición), afectando las exportaciones de América Latina. Del mismo modo, las empresas pueden sufrir vulnerabilidad por la remisión de datos e informaciones sensibles y confidenciales de las empresas.

Desde Alacero entienden entonces que “es fundamental que las medidas del Carbon Border Adjustment Mechanism (CBAM) sean consensuadas y analizadas con una óptica holística y global, respetando las reglas de comercio justo de la OMC y contemplando las realidades y la heterogeneidad de cada región».

Alacero identifica además una conexión directa entre la descarbonización y las tendencias comerciales, resaltando el riesgo del aumento de la producción y la capacidad productiva en China, con niveles elevados de emisiones de CO2.

Por eso prevé que el exceso de capacidad mundial de producción de acero alcance alarmantes 644 millones de toneladas para 2025, según Foro Global sobre Exceso de Capacidad de Acero (GFSEC) de la OCDE.

La entidad recomienda que los gobiernos en la región establezcan barreras y salvaguardias en las importaciones, “protegiendo y fomentando la producción local y garantizando inversiones y desarrollo de soluciones hacia la transición energética y la descarbonización”.

Etiquetas: acerocambio climáticosiderurgia
Santiago Cruzzetti

Santiago Cruzzetti

Periodista y estudiante de Ciencias Políticas. 26 años, nacido en la ciudad de Arrecifes y rosarino por adopción.

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