En un esfuerzo conjunto del Estado, las empresas y la comunidad, que fueron vinculados por la Fundación de la Universidad Nacional del Sur (FUNS), la institución pudo recuperar espacios valiosos para el barrio.
El camino de la recuperación, luego de la tormenta del 16 de diciembre de 2023, es largo para Bahía Blanca, pero la labor es constante. Una de las instituciones afectadas fue el Club Atlético Barracas Central, ubicado en la calle Thompson 661 de la ciudad. Felizmente, casi un año después de la tormenta, el club pudo inaugurar las obras.
Los trabajos fueron financiados en su totalidad por la empresa Mega S.A. en el marco del programa de reconstrucción de instituciones deportivas denominado Clubes de Pie, promovido por la Municipalidad de Bahía Blanca. Este programa incluye reparaciones en sesenta instituciones locales. El monto invertido en el Club Barrcas fue de alrededor de 81 millones de pesos y la obra tuvo una duración de aproximadamente dos meses y medio.
En este contexto, además del trabajo en conjunto, se destaca el rol de la Fundación de la Universidad Nacional del Sur (FUNS) vinculando a la universidad, el Estado, las empresas y la comunidad.
Más Industrias habló con Juan Manuel Moro, un ingeniero civil del Departamento de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur que formó parte, junto a la ingeniera civil Pamela Blázquez, de los profesionales que, por convocatoria de la FUNS, fiscalizaron el cumplimiento de las tareas de reparación propuestas por la empresa Soluciones Cimet al Club Barracas.
¿En qué estado encontraron el club después del temporal?
El Club Barracas sufrió daños principalmente en la cabecera del gimnasio principal, donde se ubica la cancha de básquet. La acción del viento sobre la gran superficie del muro posterior provocó un desplazamiento, evidenciado en mayor medida en el extremo superior, lo que provocó el levantamiento de la cubierta en su último tramo. Esto implicó la falla de las correas de fijación y rotura de chapas, como también la aparición de fisuras en el muro de cierre. Además, en la vivienda lindera al cerramiento posterior del club, como consecuencia del movimiento del mismo, se generaron importantes fisuras en los muros y cielorrasos vinculados.
¿Qué sectores fueron reparados?
Se reparó el cerramiento posterior, la cubierta del último tramo y la vivienda lindera. En cuanto al cerramiento posterior, se procedió a la ejecución de columnas reticuladas metálicas, paralelas y vinculadas a las existentes de hormigón armado, con el fin de rigidizar y mejorar la estabilidad del muro. También se demolió la mampostería de cierre superior que había sufrido mayores daños y fisuras, entre la viga horizontal de hormigón armado y la última cabreada de la cubierta, reemplazándola por un cerramiento de chapa galvanizada y algunos sectores con chapas translúcidas para permitir el ingreso de luz natural. El último tramo de cubierta fue reemplazado en su totalidad, sustituyendo las correas reticuladas dañadas por correas galvanizadas tipo C y colocando chapas y zinguería galvanizadas nuevas, e impermeabilizando los sectores de unión y encuentro con los sectores existentes de cubierta. La empresa constructora, por su parte, realizó otras reparaciones dentro del club, aprovechando la presencia del personal, materiales y equipos necesarios para tales fines, sin generar adicionales en los costos de obra.
¿Qué rol cumple FUNS en esta obra?
FUNS ya venía trabajando en las tareas de reconstrucción posteriores al temporal. Fue en ese contexto que la empresa Mega expresó su necesidad de asistencia técnica específica. A través de su rol de vinculadora, FUNS conectó a Mega con el Departamento de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur (UNS), iniciando un trabajo colaborativo que permitió desarrollar las reparaciones necesarias.
¿FUNS está colaborando en alguna otra acción de este tipo después de la tormenta?
Sí, FUNS fue convocada por Dow, Compañía Mega y Profertil para participar en un proyecto integral que garantizara la trazabilidad de las donaciones destinadas a la reconstrucción de clubes, escuelas y espacios verdes. La fundación aseguró la transparencia en el uso de los recursos y realizó auditorías alineadas con las políticas internas de las empresas aportantes. En esa oportunidad participaron docentes y alumnos del departamento de Economía de la UNS.