Las pymes en Argentina están atravesando un período crítico marcado por la recesión económica. La caída de las ventas, el aumento de las tarifas energéticas, el incremento de la estructura de costos fijos y operativos, la pérdida de puestos de trabajo y el desfinanciamiento están amenazando la supervivencia de muchas de estas empresas.
Según la encuesta Radar Pyme del primer trimestre de 2024, realizada por la Asociación de Empresarios y Empresarias Nacionales para el Desarrollo Argentino (ENAC) que contó con la participación de 400 empresas de 21 provincias, después de un fuerte cuarto trimestre de 2023 en términos de ventas, el primer período de 2024 reflejó plenamente la recesión inducida por el gobierno nacional para mitigar la inflación. Esta situación ha afectado a las cadenas de valor y la fijación de precios.
El sector de la construcción, que representa el 8 % de las empresas en Argentina, fue el primero en sentir el impacto debido al freno de la obra pública desde diciembre de 2023. La industria, que constituye el 10 % del total de empresas, también sufrió debido a la restricción de divisas y la fuerte devaluación impulsada por el Ministerio de Economía. La caída del consumo y los despidos tanto en los sectores público como privado han reducido la demanda, afectando al comercio (33 % de las empresas) y, en menor medida, al sector de servicios (también un 33 %), que aunque aún se mantiene, corre el riesgo de sucumbir a la recesión.
Para colmo de males, a esta situación recesiva se suma la quita de subsidios y la suba de tarifas dispuestas por el Ejecutivo. Un trabajo titulado “Liberalización y quita de subsidios en el mercado energético: el impacto en las pymes pampeanas” de la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) dado a conocer en abril, explica cómo el plan económico nacional, respaldado por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 070/23, impactó negativamente en las pymes provinciales.
¿Existe riesgo de cierre de las PYMES regionales?
La economista Micaela Bassi, docente en la Facultad de Ciencias Exactas y Jurídicas y coordinadora del Observatorio Universitario de Economía (OUE) de la UNLPam, dio detalles del informe según el cual las pymes enfrentan significativos incrementos en las tarifas de energía eléctrica y gas natural, a pesar de los intentos del gobierno de La Pampa por absorber parte de estos aumentos. Para el OUE, existe el riesgo de cierre de empresas regionales.
“Realizamos un estudio de caso de facturas de comercios de la ciudad de Toay, particularmente de tres, donde analizamos el impacto de la liberalización del mercado energético. A través del estudio pudimos constatar que el aumento de precios está habilitado por el Ejecutivo nacional, que define los precios de la tarifa que compran las provincias a Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A.)”, detalló Bassi.
“Ese precio sufrió un aumento del 186 %, donde el gobierno provincial subsidió más del 40 % a usuarios N1, que son usuarios de ingresos altos, comercios e industrias. Entonces, en virtud de esta resolución, lo que hicimos es comparar la factura de octubre y la factura vigente. Ese estudio nos arrojó que la quita de subsidios y el nuevo esquema de tarifas implicaría aumentos en el precio de la tarifa eléctrica para comercios pequeños pampeanos del 160 %”, continuó.
Bassi explicó que la desregulación extrema de los mercados energéticos “sin ninguna política de compensación de ingresos ni sustento a los sectores productivos” afecta los niveles de rentabilidad y sostenibilidad de las pymes pampeanas. Esta situación transforma una crisis de ingresos en una crisis de ingresos y empleo, estimulando los efectos de la actual recesión con graves consecuencias para la economía de la provincia.
Innovación y adaptación, las claves de las PYMES para enfrentar el contexto recesivo
Franco Menichelli, consultor en desarrollo local y magíster en Políticas Públicas y Desarrollo quien se desempeña como asesor en Bahía Blanca, ofreció una visión sobre cómo las pymes están manejando este contexto recesivo. Señaló que muchas de ellas están principalmente enfocadas en analizar el panorama actual y sobrevivir. Algunas están reduciendo personal, mientras que otras están apostando por la digitalización para mejorar la eficiencia y mantenerse competitivas, relató.
“Hay que dejar en claro que esta política no es una política que esté buscando despertar, activar o hacer crecer el mercado interno, sino todo lo contrario: la política está buscando deprimir dicho mercado. Esto es un punto que debo enfatizar, especialmente al hablar de las pymes, ya que estamos hablando esencialmente de un mercado interno», reconoció.
En este contexto, la exportación se presenta como una opción viable para algunas pymes, dado que el mercado interno está deprimido y hay una disminución en el poder adquisitivo real de los salarios en todos los sectores de la economía. Sin embargo, Menichelli advirtió que esta orientación hacia la exportación podría encarecer los productos en la economía doméstica, al intentar obtener los precios que demanda el mercado internacional. Esto nos convierte en un país caro, incluso en dólares.
El especialista explicó que, «históricamente, hemos observado que la carne tiende a encarecerse cuando se prioriza la exportación. Lo mismo sucede con el combustible: aunque se afirmaba que los precios estaban actualizados debido a la gran actividad comercial a nivel internacional, se justifica un aumento no por necesidad económica, sino para equipararlos con los precios internacionales. Es un fenómeno que nos coloca en una posición donde, en términos de dólares, somos comparables en precios a países europeos, incluso en el caso del combustible”, dijo.
Las pymes argentinas están enfrentando desafíos significativos debido a una recesión económica inducida, la suba de tarifas energéticas y la quita de subsidios. Las estrategias de adaptación varían, pero muchas están optando por la digitalización y la exportación para sobrevivir, de manera que la situación actual, que pone en riesgo la sostenibilidad y continuidad de estas empresas, tiene consecuencias socioeconómicas graves para la economía provincial y nacional.