El mes había comenzado con una aceleración del retroceso respecto de julio, pero en la última medición semanal la merma fue del 27,6 % interanual.
La imagen se repite a lo largo y ancho del país. Las sucursales de los mayoristas y supermercados están prácticamente vacías, excepto los días en los que hay promociones con tarjeta o billeteras virtuales. En agosto, el consumo en supermercados en Argentina mostró una caída alarmante, con una disminución interanual cercana al 23 %. Esta tendencia ha continuado su aceleración desde julio, y en la semana del 12 al 18 de agosto, el descenso alcanzó un récord con una caída interanual del 27,6 % en comparación con el año pasado.
La caída en el nivel de ventas se ha intensificado mes a mes y semana a semana, sirviendo como un indicador de la crisis social y económica. Los datos más recientes, que abarcan hasta el 18 de agosto, muestran que el consumo se redujo un 22,6 % interanual en lo que va del mes.
La consultora Scentia, especializada en consumo masivo, ha advertido sobre el deterioro progresivo en el mercado. En junio, las ventas en supermercados y autoservicios de barrio cayeron un 12,4 % interanual. En julio, la baja se agravó al 16,1 %, y las grandes cadenas enfrentaron una disminución del 16,6 %.
Los primeros días de agosto ya habían mostrado una tendencia negativa, con una merma del 18,7 % hasta el 11 de agosto. Sin embargo, la situación empeoró significativamente en la semana siguiente, con una caída del 27,6 % interanual, según los datos más recientes. Esta cifra se basa en información proporcionada por las propias empresas supermercadistas y la consultora Scentia.
La tendencia negativa podría acentuarse aún más en los próximos meses. En septiembre del año pasado, el programa Compre Sin IVA impulsó un incremento en el consumo en grandes cadenas, lo que podría hacer que las comparaciones interanuales sean aún más desafiantes.
La crisis no solo afecta a los supermercados. En el sector mayorista, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reportó una caída del 14,5 % interanual en junio. En respuesta, algunas cadenas mayoristas han comenzado a aceptar pagos en dólares a una tasa superior a la del mercado paralelo para atraer a clientes que buscan estirar sus ahorros. Además, la firma Makro, de capitales neerlandeses, ha puesto en venta sus 24 sucursales en Argentina.
Consumo, ingresos e inflación
A pesar de la desaceleración de la inflación, la recuperación del consumo no se materializa. El Índice Banco Provincia de Consumo (IBP Consumo) muestra una caída del 23,4 % en julio en contraste con una desaceleración previa en mayo. Sin embargo, la Cámara Argentina de Comercio y Servicios reportó una caída interanual del 5,6 % en julio y un leve rebote mensual del 1,8 %.
El consumo, que representa dos tercios del PBI, es crucial para superar la recesión. Aunque la desaceleración de la inflación y un leve aumento en el salario real podrían impulsar el consumo, estos factores no se reflejan en las cifras actuales. Un informe del Banco Provincia indica que el impacto de la recuperación salarial se ve neutralizado por la pérdida de empleos y el aumento en los costos de servicios.
En agosto, la canasta de servicios públicos ha alcanzado los 144.433 mensuales pesos, un aumento significativo desde marzo. Esta subida de tarifas ha reducido la capacidad adquisitiva de los hogares, afectando la compra de bienes esenciales y duraderos.