Con más de ocho décadas en el rubro alimenticio, Molino Cañuelas vuelve a innovar. Esta vez lo hace a través de su marca insignia de galletitas y bizcochos, 9 de Oro, que acaba de lanzar su primera colección de alfajores. La novedad ya está disponible en kioscos y supermercados de todo el país, con tres versiones diseñadas para distintos gustos: Clásico, Blanco y Frutos Rojos.
Este paso no solo marca un nuevo capítulo para 9 de Oro, sino que también refuerza la estrategia de diversificación de una de las empresas más relevantes del sector alimenticio argentino.
De Rosario a todo el país: la historia detrás de 9 de Oro
Aunque hoy es sinónimo de tradición, 9 de Oro tuvo un origen más humilde: nació en Rosario, en una pequeña planta ubicada en el centro de la ciudad. El nombre alude a sus primeros nueve trabajadores, considerados “de oro” por el fundador. La expansión comenzó en 1985, cuando Molino Cañuelas, propiedad de la familia Navilli, adquirió la marca y trasladó la producción a Granadero Baigorria, Santa Fe.
Desde entonces, la firma, competencia de Don Santur, se consolidó como un clásico en las mesas argentinas: primero con sus bizcochos de grasa, luego con galletitas y obleas rellenas, budines, pan dulces, snacks dulces y ahora también con alfajores.
Los tres sabores de los Alfajores 9 de Oro

La nueva propuesta se presenta en formato individual de 45 gramos, en tres sabores que buscan adaptarse a distintos perfiles de consumo:
- Clásico: baño de chocolate y relleno de dulce de leche.
- Blanco: cobertura de chocolate blanco, también con dulce de leche.
- Frutos Rojos: baño de chocolate, relleno frutal y una dulzura equilibrada.
Pensados para acompañar un café, mates o satisfacer un antojo cotidiano, estos productos buscan ampliar la presencia de la marca en el competitivo mercado de las golosinas.



