El director ejecutivo de Volkswagen, Herbert Diess, dijo que la empresa podría perder 30.000 puestos de trabajo si la transición a los vehículos eléctricos es demasiado lenta.
La competencia de los nuevos participantes en el mercado alemán, como Tesla, ha empujado a la empresa a acelerar su transformación, según dijo Diess.
El fabricante estadounidense de vehículos eléctricos planea producir 500.000 automóviles al año en Alemania con 12.000 empleados, mientras que los 25.000 de Volkswagen producen sólo 700.000 unidades en su planta de Wolfsburgo.
Un portavoz de la compañía confirmó la posición de Diess que la presencia de Tesla y otros en Alemania aumentaron la urgencia de la transición a los vehículos eléctricos, pero negó que se hubieran hecho cálculos específicos sobre cuántos puestos de trabajo podrían perderse en el proceso.
“No hay duda de que tenemos que abordar la competitividad de nuestra planta en Wolfsburgo en vista de los nuevos participantes en el mercado“, dijo el portavoz de Volkswagen, Michael Manske, señalando a Tesla y a los nuevos fabricantes de automóviles chinos que están incursionando en Europa.
“Tesla está estableciendo nuevos estándares de productividad y escala en Grünheide”, dijo, refiriéndose a una fábrica de Tesla en construcción cerca de Berlín que en su capacidad máxima producirá entre 5.000 y 10.000 automóviles a la semana, más del doble de la producción alemana de vehículos eléctricos de batería en 2020.
“El debate está en marcha y ya hay muchas buenas ideas. No hay escenarios concretos”, dijo Manske.
Cabe mencionar que los vehículos eléctricos tienen menos piezas que un automóvil con motor de combustión interna, por lo tanto requieren de menos trabajadores para su fabricación.
Los especialistas advierten que en el 2025 se podrían perder hasta 100 mil puestos de trabajo en la industria automotriz de Alemania, en consecuencia de la electrificación.
Paralelamente, la escasez global de semiconductores peligra la continuidad de la producción de las automotrices más grandes del mundo, entre ellas, Volkswagen, quien se vio obligada a eliminar opciones de vehículos de sus catálogos o incluso ha tenido que frenar la producción en algunas de sus plantas.
La automotriz alemana tampoco descarta la propia marca que sea preciso realizar más cambios en la producción en lo que resta de año dada la volatilidad del suministro de microchips.



