Grupos estadounidenses, franceses, suecos y brasileños desembolsaron millones de dólares para hacerse con el control de estas centenarias compañías.
La inestabilidad económica o la posibilidad de concretar una venta atractiva son dos de los argumentos que utilizan los CEO de diversas empresas a la hora de explicar su salida de Argentina.
En los últimos años, muchas marcas multinacionales han decidido abandonar el país por la dificultad para encarar su actividad, sea el rubro que sea, pero también algunos gigantes argentinos han decidido vender sus operaciones a capitales extranjeros.
Marcas míticas que ya no son argentinas
- Quilmes: la más tradicional de nuestras cervezas, creada en 1890 por el alemán Otto Bemberg. En 2002, se vendió por 1.800 millones de dólares a la brasileña Ambev. Hoy, forma parte del grupo Ab Inbev, una de las cerveceras más grandes del mundo.
- Topper: nacida sólo como una marca de zapatillas en 1972, luego se lanzó a producir todo tipo de vestimentas deportivas y urbanas. El grupo brasileño Sforza pagó 64 millones de dólares para quedársela en 2019.
- Ilolay: la firma láctea que nació en Rafaela (Santa Fe), hace más de setenta años, también dejó de ser nacional. En 2023, lo compró la empresa francesa Savencia, que hizo lo mismo con Milkaut, otra importante firma santafecina del rubro.
- Reef: tuvo sus inicios en Mar del Plata, como una marca de ojotas, vinculada siempre a la playa y el surf. En 2010, pasó a manos de VF Corporation, que es el dueño de Vans y North Face, por 100 millones de dólares. Aunque actualmente es de otra empresa, la estadounidense Rockport.
- Gafa: histórica marca de heladeras rosarina, que la sueca Electrolux adquirió por más de 600 millones de dólares, incorporándolo a su producción de línea blanca.